EL RESPETO EN LA FAMILIA periodo 2 RELIGIÓN 703
ACTIVIDAD
No 3: El RESPETO EN LA FAMILIA Y LA SOCIEDAD |
Respeto en
la familia: características, señales, fomento
LEA, SUSTENTE Y HAGA UN RESUMEN
El respeto
en la familia implica la práctica de valores
constructivos en el hogar, lo que se traduce en la generación de un núcleo
sólido que dará herramientas a las personas para relacionarse de forma
positiva y solidaria con su entorno.
Es necesaria una labor de enseñanza consciente y comprometida
por parte de los padres, para así poder garantizar que se está fomentando
el respeto. Por ejemplo, es parte de este compromiso ser conscientes de que
se ofrece y se exige respeto, no dejar pasar señales de irrespeto y, si
fuese necesario, enfrentar las dificultades que surjan.
Algunos autores plantean que en la familia se dan los primeros
pasos hacia la formación en ciudadanía, desde los primeros ensayos y
experiencias de socialización en la infancia temprana. Parte de esta expresión
de respeto viene dada por la comprensión y reconocimiento de que los niños
son sujetos de derecho.
El
ser humano es un ser social por excelencia, no está configurado para vivir en
soledad. Sin embargo, en la historia de la humanidad se ha puesto una y otra
vez de manifiesto la dificultad para solventar las tareas sociales que
requieren de logro de acuerdos y respeto fundamental hacia el otro.
Estas dificultades en tareas que parecen básicas —como llegar a
acuerdos para poder vivir en mínima armonía y convivencia—, no es posible
erradicarlas si en principio no se demuestra respeto por sí mismo y por los
otros. Allí radica la importancia de que, desde el seno de la familia, el
individuo valore el respeto como centro rector de toda relación.
Expertos en el área como José Luis Parada explican que tanto los
valores públicos como privados son transmitidos de generación en generación
desde el seno de la familia como institución social. El respeto es un valor
público que en principio debe ser procesado individualmente, y luego debe
extenderse a relaciones sociales externas a la familia.
Otros autores enfocados en la filosofía señalan que el respeto es
la madre de todas las virtudes, porque es una virtud que a la vez contiene
otras que solo son posibles si existe el respeto como condición necesaria. Solo
el individuo que respeta puede observar y reconocer la presencia o falta de
respeto en una relación o situación.
Características
del respeto familiar
Fomentar el respeto dentro de la familia es fundamental debido a
que, por ser esta el núcleo primigenio de educación social, es en esta donde
comienza la formación tanto individual como social del individuo. La dinámica
familiar debe garantizar que realmente se aprenda a valorar el respeto como
base de las relaciones sociales.
A continuación se describen las tres características principales
que denotan la presencia de la virtud y/o valor del respeto en la relación
familiar:
Estructura y
comunicación abierta
Se refiere a que en la familia exista una estructura clara de
funcionamiento. Deben establecerse clara y abiertamente las normas por las
cuales se deben regir el comportamiento y la operatividad familiar, y dichas
normas deben ser conversadas en reuniones familiares.
De esta manera, lo que se emprenda, organice y se lleve a cabo
puede estar relativamente previsto para todos sus integrantes.
Así mismo, es importante mantener cierta flexibilidad y crear un
ambiente de afecto profundo y sincero, que promueva la libertad y espontaneidad
necesarias para expresarse honestamente, Tomando en cuenta al diálogo como
principal medio para expresar lo que cada uno piensa.
En esta comunicación abierta se considera importante que los
integrantes de la familia hagan valer su derecho a expresarse según lo que
sientan, sin ser coartados, descalificados o ignorados y sin que la edad sea
una limitante.
Confianza
La confianza es fundamental en todo ámbito individual y social. La
confianza sirve incluso como el punto del cual partir para decidir si una
acción o establecimiento de normas es adecuado o no.
En este sentido, la confianza se equiparara con la seguridad que
puede expresarse y sentirse con respecto a sí mismo y con respecto a otros.
Si está presente este nivel mínimo de seguridad entre los miembros
del grupo familiar, entonces existe la certeza de que se puede contar con el
otro. En principio, esto es básico para que se pongan en marcha la mayoría de
los procesos dentro del seno de la familia.
Inclusión
Este aspecto se refiere no solo a la consideración de la
diversidad en sentido declarativo, pues la inclusión también se evidencia en la
forma en la que se escogen las decisiones.
Habrá verdadera inclusión cuando se tomen en cuenta las
diferencias, las opiniones divergentes y los diferentes argumentos, se
consideren las diferencias de género, de creencias y de puntos de vista y,
además, se apoyen desde el vínculo primario afectuoso.
Señales de
falta de respeto en la familia
– Se toman decisiones sin estar incluidos los interesados en el
proceso.
– Presencia de burlas, comentarios descalificativos y/o nombres
ridiculizantes para mencionar o llamar a alguno de los miembros de la familia,
internamente o con otras personas ajenas al círculo familiar.
-Se permite que entre los miembros de la familia se traten con
golpes, así comiencen en forma de broma, o se agredan física y emocionalmente.
Esto generalmente va en aumento en vez de revertirse.
– El padre o la madre no tienen posibilidad alguna de controlar,
supervisar y mucho menos evitar que los hijos realicen actividades que no son
beneficiosos para ellos.
– La estructura de funcionamiento reflejada en una rutina es
prácticamente inexistente y cada quien lleva su vida de manera paralela sin
ningún orden. Así mismo, no hay momentos para compartir en familia.
¿Cómo fomentar
el respeto en la familia?
Para que sea posible fomentar el respeto entre los miembros de una
familia deben estar presentes las características mencionadas anteriormente y
una serie de reglas claras que fomenten un comportamiento respetuoso. Así
mismo, es indispensable que exista un clima afectuoso,
de comprensión profunda y de aceptación sincera.
Sobre esta base se debe establecer toda la organización de tareas
y actividades de interés para la familia, creando una estructura sólida y
constructiva.
Por otra parte, también es requerido el establecimiento de un
procedimiento de toma de decisiones transparente, y esto incluye desde las más
cotidianas hasta las más eventuales.
Los criterios de decisión deben ser claros, pues esto ayuda a que
especialmente los niños de la familia aprendan que para tomar decisiones es
necesario un proceso reflexivo y, además, un ejercicio de consideración de la
opinión del otro, por lo que se debe tomar el tiempo necesario para ello.
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